Un día escribí de uno de los arquitectos de mi empresa. He intentado encontrar en esta maraña de entradas la que le dediqué, sin éxito. Así que hoy, que voy a escribir de él con tristeza intentaré encontrar también la chispa que hasta ahora me ha provocado.
Joan es un hombre seductor, conquistador...vamos, un cazador. Amparado en la edad que resta fuerza a sus proposiciones, me escribe en sus mails de trabajo frases dulces y picantes a partes iguales. Siempre le he dicho que con lo bien que escribe debería tener un blog. Y siempre me dice que no sabe qué es y que ya no tiene edad. Joan es de los que te mira, pero con moderada sutileza, cuando enseñas escote o piernas, o cuando la ropa puede parecer sugerente...y siempre te dice algo que suena falso pero en él parece creible.
No sé si alguna vez alguna de la empresa habrá caído rendido a sus encantos, yo lo dudo. Sin embargo reconozco que no podría pasar sin sus comentarios picantones....
Ayer nos comunicaron que Joan, que hacía unas semanas que tenía una tos persistente y fue diagnosticado de neumonía en un primer momento, tenía un tumor en el pulmón.Y tras la biopsia ese tumor era un cáncer que había que empezar a tratar de forma inmediata porque tenía mal pronóstico.
La palabra cáncer implica no sólo muerte, sino también sufrimiento, tortura, degeneración y despedida a diario de la vida y de la gente. Cáncer es condena al miedo y al dolor. Cáncer es todo aquello que cualquiera imagina como la peor de las pesadillas, la guerra al todo o nada, a vivir o a morir.
Mi adulador compañero se ha quedado de golpe sin las palabras que tan bien combinaba para sólo sentir miedo. Miedo a perder la vida...miedo al dolor....miedo a la soledad...miedo a uno mismo...miedo porque una de sus amigas murió antes de los 40 después de una lucha encarnizada por vivir, dejando dos niños huérfanos.
Sé que no es suficiente motivo el ser madre o padre de niños pequeños para no morir. Pero me planteo esto en primera persona e imagino cómo sería capaz de luchar hasta la muerte, pasando por la tortura que fuera, sólo con la mínima esperanza de seguir viva para mis hijos. Sin embargo, y ahí es donde no me entiendo, sigo fumando sabiendo que eso contribuye a tener más números en la tómbola del cáncer. Imagino por un segundo ese diagnóstico y pienso que peor que tener cáncer, algo que puedes considerar mala suerte, es sentirte culpable por haber podido hacer algo por evitarlo y no haberlo hecho. Debo dejar de fumar....de nuevo. Debo hacerlo y no sólo por mí. Empiezo de nuevo a madurar este propósito hasta que obtenga la fuerza de voluntad necesaria...Fase 3 de algunos, quizás fase 1 para mí.
Joan es un hombre seductor, conquistador...vamos, un cazador. Amparado en la edad que resta fuerza a sus proposiciones, me escribe en sus mails de trabajo frases dulces y picantes a partes iguales. Siempre le he dicho que con lo bien que escribe debería tener un blog. Y siempre me dice que no sabe qué es y que ya no tiene edad. Joan es de los que te mira, pero con moderada sutileza, cuando enseñas escote o piernas, o cuando la ropa puede parecer sugerente...y siempre te dice algo que suena falso pero en él parece creible.
No sé si alguna vez alguna de la empresa habrá caído rendido a sus encantos, yo lo dudo. Sin embargo reconozco que no podría pasar sin sus comentarios picantones....
Ayer nos comunicaron que Joan, que hacía unas semanas que tenía una tos persistente y fue diagnosticado de neumonía en un primer momento, tenía un tumor en el pulmón.Y tras la biopsia ese tumor era un cáncer que había que empezar a tratar de forma inmediata porque tenía mal pronóstico.
La palabra cáncer implica no sólo muerte, sino también sufrimiento, tortura, degeneración y despedida a diario de la vida y de la gente. Cáncer es condena al miedo y al dolor. Cáncer es todo aquello que cualquiera imagina como la peor de las pesadillas, la guerra al todo o nada, a vivir o a morir.
Mi adulador compañero se ha quedado de golpe sin las palabras que tan bien combinaba para sólo sentir miedo. Miedo a perder la vida...miedo al dolor....miedo a la soledad...miedo a uno mismo...miedo porque una de sus amigas murió antes de los 40 después de una lucha encarnizada por vivir, dejando dos niños huérfanos.
Sé que no es suficiente motivo el ser madre o padre de niños pequeños para no morir. Pero me planteo esto en primera persona e imagino cómo sería capaz de luchar hasta la muerte, pasando por la tortura que fuera, sólo con la mínima esperanza de seguir viva para mis hijos. Sin embargo, y ahí es donde no me entiendo, sigo fumando sabiendo que eso contribuye a tener más números en la tómbola del cáncer. Imagino por un segundo ese diagnóstico y pienso que peor que tener cáncer, algo que puedes considerar mala suerte, es sentirte culpable por haber podido hacer algo por evitarlo y no haberlo hecho. Debo dejar de fumar....de nuevo. Debo hacerlo y no sólo por mí. Empiezo de nuevo a madurar este propósito hasta que obtenga la fuerza de voluntad necesaria...Fase 3 de algunos, quizás fase 1 para mí.
1 comentario:
Recuerdo ese post. Cáncer hoy no es muerte, o solo em algunos casos. Hoy es esperanza, lucha e incertidumbre. En fin, esperemos que sea de este ultimo grupo de palabras.
A ver si sirve realmente para que te replantees firmemente dejar de fumar...
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