miércoles, 15 de octubre de 2008

Declinaciones de latín

Recuerdo estos días momentos vividos, ilusiones no realizadas, sueños de adolescente....Recuerdo el olor que entraba por las ventanas aún abiertas en las clases de latín (menudo rollo!!)cuando mientras aquel profesor del que ni siquiera recuerdo el nombre declinaba 'rosa'. 45 adolescentes con nuestras batas puestas sentadas correctamente en los pupitres so pena de regañina por malas posturas, mirábamos al frente, a una pizarra donde de tan aburrido acabábamos por ver todo borroso. Las más afortunadas se sentaban en la fila próxima a la ventana. Eso era una verdadera maravilla. Hacía calor todavía en octubre, y como no podíamos quitarnos las batas, algunos profesores se apiadaban de nosotras y nos permitían abrir un poco las ventanas. Qué generosidad! Entonces los olores del patio entraban a nuestra aula y seduciendo nuestro olfato conseguían llevarse también nuestros pensamientos que volaban rápidamente a esa libertad recién conseguida. Tras atravesar la ventana pensábamos en la vida que viviríamos cuando pudiéramos salir de allí - Cuando se están 11 años en el mismo colegio acaba uno pensando que nunca llegará el día de no regresar-. Aún nos quedaban un par de años o tres. Estudiar BUP era un coñazo. Por eso soñaba. Soñaba en qué estudiaría cuando acabara BUP y cursara COU. La nota de selectividad me permitiría acceder a la carrera que deseaba?. Pero aún quedaba tiempo para preocuparse por ello.
Sin embargo el tiempo corría en contra en otras cosas. Teníamos prisa por VIVIR. Entonces 'vivir' significaba salir solas sin que ningún padre nos acompañara, poder quedar con chicos para charlar, poder fumar algún que otro cigarrillo, colarnos en algún pub tras maquillarnos hasta las cejas con la esperanza que algún muchacho se fijara en nosotras, nos sonriera, bailara con nosotras las lentas, poder apoyar nuestra cabeza en su hombro mientras sus manos siempre debían intentar no quedarse estáticas en nuestras cinturas...apurando siempre hasta el último minuto del toque de queda...y siempre debíamos salir corriendo hacia casa, porque además no había dinero para pillar el metro y los chicos de nuestra edad no tenían carnet...y por el camino comíamos chicles de hierbabuena, y nos quitábamos la pintura como podíamos con los pañuelos de tela con dibujitos de florecitas...y era absurdo esconderse...Al llegar a casa tu madre sólo necesitaba un vistazo de lejos para saber que te habías pintado la ralla de los ojos (una vez me di con jabón directamente para intentar borrar su huella y seguía notándose a pesar de la llorera que pillé con el jabón) y que si tú no habías fumado (porque nunca eras tú la que fumaba, sino tu amiga) te habías arrimado mucho a Manoli porque olías a km. Y te sentías tan culpable por los pecados cometidos (porque en los coles de monjas todo eso se consideraba pecado) que ese finde ayudabas a tu madre hasta a planchar.

Soñabas que algún día un chico maravilloso, siempre guapo y educado, se enamoraba de ti. Y mientras los Pecos sonaban en mi tocadiscos de vinilo lloraba por ese amor que aún no me había llegado.

A tiro pasado, a mis casi cuarenta, no puedo por menos que sonreir al recordarlo. Qué lejos se veía entonces la mayoría de edad y la 'libertad' y qué lejos veo ahora aquellos sueños e ilusiones.

Sin embargo dispongo de un tesoro que valoro muchísimo: mis recuerdos. Y eso es mucho mejor que las fantasías de las clases de latín, porque aunque estén lejos en el tiempo, fueron reales. Y si en días como hoy abro la ventana y cierro los ojos, vuelvo a escuchar declinar latín y a sentir mariposas en el estómago soñando con todo lo que podré vivir cuando esta clase termine.
Qué mejor música que una de las canciones de ese dúo de mi adolescencia...

7 comentarios:

3'14 dijo...

Je je... a mí esta canción me trae también recuerdos.
Yo estudié en centros mixtos, pero algunas de esas experiencias son las mismas. Salvando lo del maquillaje, que hoy por hoy, sigo sin hacer uso de él.
Lo relatas con suma ternura y desprende de ti ese espíritu joven y positivo tan magnético que gastas, guapa!

Lena dijo...

jajajaa, positivo??? Espera que voy a hacer contigo como el anuncio de 'La piara tapa negra' y te voy a llevar a quien comparte conmigo horas diarias...verás qué te dirán de mi positivismo!
En cuanto al resto...gracias querida Pi, son los piropos más lindos que recibo en un tiempecillo.

El detective amaestrado dijo...

A veces a los maestros les gusta abrir las ventanas.
Un beso de la primera declinación, rosa rosae...

Lena dijo...

Qué gusto verle por aquí, mi querido detective...sírvase hacerlo siempre que quiera, no sólo el pasar, sino el besar declinando...

Harry Reddish dijo...

Yo, que soy de letras puras, disfrutaba de las declinaciones, los ablativos absolutos y las Catilinarias. No obstante, recuerdo con nostalgia la ventana del seminario de lenguas, a través de la que miraba y contemplaba mi futuro; y la prisa por ser mayor. Me has hecho recordar...

Gracias

Lena dijo...

Es bueno recordar siempre y cuando se viva en el presente. A mi me encanta hacerlo, tanto el recordar como el vivir en el presente. Y sí, había mucha prisa por ser mayor...ahora la prisa está en aprovechar el tiempo antes de ser más mayor.
Nada que agradecer, como siempre, un placer.

Arual dijo...

Yo es que soy de ciencias... jeje!