jueves, 20 de enero de 2011

'La importancia de llamarse Ernesto' ...

...o simplemente la importancia de sentirse bien.

Esta semana está siendo intensa. Tengo pendiente escribir en 'mi diario' el sinfín de cosas que me han pasado desde que dio inicio el nuevo año. De hecho desde que la Nochebuena hizo pie en mi vida...y cómo a partir de ahí casi todos los días son 'navidad'.

Desde el despacho, sentada en mi silla, frente a mi ordenador, puedo levantar la vista y contemplar un escenario maravilloso: la Plaza Urquinaona. EL Teatre Borràs hoy, a esta hora, curiosamente, tiene una multitud de personas congregadas en la puerta. Probablemente ocurra algo hoy. Sigue llegando gente. Mucho estudiante de Bachillerato, parece por la indumentaria. Desde mi altura no puedo apreciar mucho más. Aún no es de noche. Hace nada a esta hora, un día nublado como el de hoy, sería de noche. Sin embargo hoy aún es de día. Eso quiere decir que nos acercamos a la primavera.

Mmmmm, primavera....ese tiempo en que mis hormonas me llevan de nuevo a la adolescencia. Y si sigo libre seré un peligro...lo presiento y lo aviso.

De momento hoy me siento bien. Con ganas de sonreir, de adormecerme en unos brazos que no sean los de Morfeo, que es el único que se mete conmigo en la cama. Quiero despertar contemplando en esos brazos un amanecer sereno. Pero sobretodo quiero seguir disfrutando de mi libertad. Libertad para hacer o para no hacer. Libertad para ir o quedarme. Libertad para escribir algo que luego nunca haré. Libertad....

El próximo día os hablo de alguien que juega con las palabras sin medirlas, porque dice que sólo se deben medir para los versos.


1 comentario:

El detective amaestrado dijo...

O para que conduzcan a besos, tambien puede servir medirlas, diría yo...