Estaban muy próximos ya mis quince años y los astros se alinearon a mi favor. Por primera vez pude ver a mi padre como 'permisible' ya que accedió que a mi cumpleaños vinieran chicos. Los vecinos que tienen el bar bajo casa de mis padres habían comprado un piso en el mismo edificio de mis padres y aún no lo tenían amueblado. Así que mi padre me ofreció la posibilidad de celebrar allí mi cumple. La idea fue en sí, ya, un regalo. No había sillas y creo que el único mobiliario era una mesa de comedor. Lo justo para poner encima los bocadillos de jamón, queso, chorizo y nocilla que mi madre había hecho para la ocasión. Bebidas: refrescos en botellas de litro y no sé cómo, había una botella de ginebra (igual alguno de los chicos la trajo, dudo que mi padre la dejara allí ni inconscientemente). Un radio cassette enorme y unas cintas de audio que le había grabado a mi padre un hombre que tenía un local en un piso donde grababa en Beta y cassettes el contenido de cintas y discos de vinilo originales.
No había agua ni luz en el piso, pero no era necesario. Para el baño habíamos traido unos cubos de la fuente y luz...¿quién quiere luz?. Los chicos trajeron música rock y así empezó el 'guateque'. Primeros acercamientos entre mis amigas del cole de monjas y los chicos del parque con los que yo jugaba a 'policías y ladrones', a 'pichi'...Allí estaba el chico que me gustaba, reservado siempre, pero con una mirada penetrante. Era mi cumple y de ley era que si alguna ligaba tenía que ser yo (vaya absurdo!). La botella de ginebra bien repartida empezó a hacer su efecto y las hormonas adolescentes pedían guerra. Guerra pedida sólo con miradas y ligeros acercamientos. Hora de poner la cassette que me grabó mi padre, todas lentas. Se empiezan a hacer parejas de baile y ese momento es una pasada...nervios en la boca del estómago. Somos chicas y toca esperar a que te reclamen. Mi chico no se acerca a mí. Pero él sabe que me gusta y yo se que le gusto, porque para algo estaban los intermediarios que días antes habían hecho los deberes, debo decir que pagados por él. Por fin alguien me saca a bailar, pero no es él. Accedo. Qué bien olían esas camisas limpias recién puestas para la ocasión. La colonia echada generosamente. Y al principio bailábamos a un palmo de distancia, hasta que alguien externo nos apretaba...'QUe se baila junto!! Aprovecha!!' y ellos se acercaban entonces más y tú te dejabas hacer, porque en el fondo, lo estabas deseando. Al final de la canción dejabas de estar en absoluta tensión y acercabas tu cabeza a su hombro....pero sin tocarlo...para eso aún necesitabas otra canción más.
Fui afortunada porque él acabó bailando conmigo y pude sentir lo que es la química. Una atracción recorría todo mi cuerpo. Me dejé llevar a su ritmo...qué bien olía....qué piel más morena (aunque no la veía, recordad que estaba todo a oscuras)...y salimos juntos al balcón. Nos sentamos en el suelo y nuestros brazos se rozaban de vez en cuando. Suficiente para sentirse 'deseada' a los quince años. Y la canción que sonaba en la radio pasa por mi cabeza...' Y tus manos en mi cintura....' de Adamo. Y es que a los quince años, unas manos que te acarician firmes la cintura es un placer incalculable. Y si con eso uno se ponía como una moto....¿cómo sería cuando fueran sus labios los que besaran los tuyos?.
Fue el mejor cumpleaños hasta el momento. Una fecha que fue un antes y un después en mi vida. Pero no por ser los 15 años, podría haber ocurrido a los 16, pero fue la conjugación astral los que hicieron que fuera ese cumpleaños y no otro el primer punto de inflexión trascendente en mi vida.
A partir de ahí empecé a salir con aquel chico, con el que acabé casándome años más tarde.
A partir de ahí empecé a salir con aquel chico, con el que acabé casándome años más tarde.
7 comentarios:
'sentir la química'.... ¡eso sí es algo grande!
'sentir la química'.... ¡eso sí es algo grande!
Lena, dius: Y es que a los quince años, unas manos que te acarician firmes la cintura es un placer incalculable.
Jo diria que és un plaer sigui l'edat que sigui.
Ay... que recuerdos... esos guateques...
jajaja me ha venido a la memoria "la evolución en el baile agarrado" que fuimos experimentando en los cumpleaños varios de los compañeros de clase.(Algo más precoces, pues rondaríamos los 13) Entonces, para cuando ya lo teníamos dominado, habiendo pasado de cogerse de los hombros, como si de un combate de lucha libre se tratase, con medio metro de distancia de un cuerpo a otro a llegar a estar pegados y cabezas recostadas al hombro, llegó una fiesta conjunta con los de 7º de EGB (nosotros) y los mayores del cole, los de 8º. Cual fue nuestra sorpresa al descubrir bocabiertos que aquellos a los que teníamos como "ejemplo a seguir", empiezan a bailar sueltos y desenfrenados música disco. Para eso no estábamos entrenados, así que alguien se hizo dueño del radiocassette y coló una lenta en la que todos saltamos a la pista. Pero sólo pudimos aprovechar la ocasión una vez, con una canción. Tras los bostezos y abucheos de los "mayores" se nos aguó la fiesta.
.....
quimica
amor
que es todo eso lena?
Mmmmm qué bonito!
AH!
Dios mío... Adamo... Mis manos en tu cintura...
Dicen que soy duro, pero hoy has estado a punto de hacerme llorar.
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