Generalizando, que ya se que no es bueno, pero en este caso lo necesito, las 'madres' tenemos la idea que nuestra manera de volcarnos en los hijos es no sólo adecuada y recomendable, sino incluso necesaria. No se si es cuestión de la educacación recibida o genética o confabulaciones de uno mismo y el medio para considerarnos 'las personas más adecuadas para conducir la vida de nuestros hijos'.
En estos casos, y dado que todos hemos tenido padres, es fácil hablar sobre lo que creemos mejor o peor. El papel del padre, incluso en este último tiempo, conserva la distancia necesaria para poder ejercer de padre sin sufrir demasiado. No es una crítica, y si lo es, no sería negativa. Al menos no siempre.
Las madres tendemos a intentar controlar todo lo que pasa en la vida de nuestros hijos desde antes incluso de que nazcan. Sufrimos unas veces en silencio y otras compartiendo con otras mamás cada uno de los pasos que dan nuestros niños. Pretendemos que crezcan y sean autónomos, pero en el fondo seguimos lubricando a diario todas las aristas de su vida para evitarles el máximo de golpes.
¿Qué es lo correcto en cada momento? Quien lo sabe? Yo, personalmente, no tengo ni p.idea. A duras penas vivo el día a día como madre, un papel que a pesar de llevar haciéndolo más de 11 años, sigue viniéndome grande y sigo sintiéndome inexperta y vulnerable. Totalmente expuesta a las críticas, las externas y las internas.
¿Hasta qué punto debemos interferir en la vida de nuestros peques? ¿Hasta qué punto nos podemos erigir nosotras como las mejores voces de ellos? El amor que sentimos por ellos es suficiente para que seamos nosotras su voz?
El papel de las madres coraje, capaces de sacrificar su vida personal o laboral por sus hijos es admirable....la renuncia a la propia vida por el 'bien' (a veces dudo que todo lo que hacen madres coraje esté bien o sea un bien para ellos) de los hijos no me parece ni siquiera buena. Cada una como opción puede optar por estar siempre ahí, al pie del cañón, incluso cuando podría ser más prudente mantenerse a una cierta distancia. Pero veo el reproche en el aire, el propio y el ajeno. A veces debemos aprender a mantener la distancia de seguridad. Seguridad para ellos y para una misma.
5 comentarios:
Como bien sabes no soy madre, pero sí soy hija.
Y como hija y Observante de los entornos en los que sí hay Madres con Hijos te diré que lo importante es el equilibrio.
Las madres que tienden a proteger a sus hijos hasta la extenuación creen que conseguir que no se den la torta padre va a hacerles bien y no es así. Los niños tienen que crecer ellos solos, los padres deben ser un punto de apoyo en los momentos de caída, nunca el colchón.
Los niños tienen que aprender de sus fallos sin sentirse reprochados o incluso ridiculizados. Deben sentirse queridos y respetados por el simple hecho de haberlo intentado, pero no deben ser malcriados ni protegidos en exceso por que eso deriva en que, en su vida adulta, se pasan el tiempo creyendo que tienen unos derechos que no se han ganado y sintiéndose inseguros y luchando con una falsa capa de superioridad hacia el resto para defenderse.
Yo simplemente admiro la labor de ser madre o padre. Encontrar la equidad en el dar y el dejar hacer debe ser de los trabajos más duros del mundo.
Y me da rabia ver cómo son los niños de hoy en día en su gran mayoría. Supramimados para compensar la falta de tiempo de unos padres demasiado preocupados por otras cosas y que no le dan importancia a la educación personal y emocional de los nenes.
No todo son los estudios, vamos.
Y se que es fácil hablar cuando el tiempo libre que tengo es para mí, pero entiendo que cuando uno decide ser padre (o madre), sacrifica ese tiempo (o gran parte de él) siendo plenamente consciente (o debiendo serlo) de que su vida ya no es tan suya.
En fin, lo dicho, equidades.
Y ya me callo! :P
besos.
Lo que les des desde el amor y el cariño bien estará. No te preocupes por detectar tus fallos, con el tiempo, ellos ya lo harán, jeje.. por que aun pensando que estamos haciendo lo mejor, no te quepa duda que tendremos sus reproches por: o demasiado afectuosa, o protectora, o egoista, o mandona, o...
Y es que ante todo somos personas, y ya sabes que la perfección no existe, y si así fuera, sería la mayor de las imperfecciones.
Besos guapa!
Sean como sean nuestras preocupaciones como padres, cuando piensas que la paternidad es cosa de dos, deberían reducirse instantáneamente a la mitad, no?
Si además, eres una persona concienciada con ello, que se hace preguntas, ya tienes más que la mayoría de los progenitores que andan por ahí. Tú eres una madre fenomenal, porque yo lo sé y porque eres una gran persona.
El día, dentro de unos años, en que yo adopte un crío, ya sé con quién voy a comentar mis dudas y mis miedos, y eso, sabes? me tranquiliza ahora.
También creo que dar libertad, a un hijo o a otra persona, es de los actos más sencillos y difíciles que existen.
Y como dice Pi, tus hijos te reprocharán cualquier cosa, pero si esperas, luego te irán contando todo lo que les diste.
Salud! y beste muxu bat!
(a ver si podemos vernos este verano :D)
Hola Lena, vuelvo a leerte desde hace ya tiempo y me encuentro, como de costumbre, con un post de esos que hace pensar, que agrada leer y por supuesto comentar.
Y es que el tema de la paternidad desde luego no es en absoluto fácil. Partiendo de la gran verdad de que "un hijo nunca querrá tanto a su madre como una madre a su hijo", y arrancando desde esta enorme dificultad, cualquiera que insinúe que esto es sencillo es que probablemente no sepa de que está hablando.
Coincido plenamente con Juan Cosaco, que en el momento en que te haces preguntas sobre ¿cómo lo estoy haciendo? ya estás haciendo mucho más que la media, esa horrible media que deja a su hijo con la Nintendo DS o la PSP durante laaaaargas horas y piensa que hace lo correcto.
No existen los padres perfectos, aunque yo esté muy satisfecho de los míos, todo sea dicho. Lo ideal es tender a ese equilibrio del que habla Fle pero sin llegar nunca a él, porque en ese momento dejaríamos de hacernos preguntas y probablemente nos convertiríamos en un mal ejemplo.
Dicho sea de paso también, que los que te conocemos un poquito a través de este extraño mundo bloggero, coincidimos en los mismos puntos y no te suspendemos como madre en ningún caso. Más te digo, ojalá me parezca un mucho a ti cuando me toque, y no dudes que de las mil dudas que me surgiran te pediré consejo (salvo en temas médicos claro :) que ahí espero que mis años de estudio me echen un buen cable)
Muchos besitos desde el asfixiante calor de Madrid, Roi.
...y jaimito le dijo a su madre: "Madre, no hay más que una", y por tanto sólo compró en la panadería una barra de pan pese a que su mamá le había encargado dos.¿Que podemos extraer de este ridículo pasaje?, obviamente nada, pero el chiste tenía su gracejo-¿se nota mucho mi falta de perspectiva respecto al tema...?-
Pues eso, un beso!
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