viernes, 18 de junio de 2010

Vuelvo a las andadas...

Pues eso, que aquí estamos de nuevo. La tierra sigue girando sobre sí misma a pesar que la gente que la pise esté viviendo su peor pesadilla o bien esté tan feliz que se les salte hasta las lágrimas.

Esta mañana bajaba por la calle Lepanto, por el carril bus (multa fijo si me pillan), cuando de repente un coche ha invadido mi carril sin previa señalización y de golpe. Me lo he comido, poco, pero comido. De nuevo la adrenalina siento que va recorriendo mi cuerpo. El coche se para unos metros más adelante. Me pongo a su lado y él baja la ventanilla. Le digo 'Ves con cuidado y mira bien antes de invadir un carril'. el muchacho de unos 30 años despliega toda su amabilidad frente a mí, ¿cómo estás? asustada, menudo susto me has dado. ¿Quieres que hagamos parte? No es necesario, la moto ya tiene bastante ralladas y yo estoy bien. ¿Puedo hacer algo por ti? No, no, tranquilo. Pero procura ir con cuidado, vale? Lo haré, pero por si acaso..toma mi número de teléfono, por si cambias de opinión. (Como no quieras invitarme a una cerveza). Me quedo allí parada mientras el muchacho me apunta en un trozo de folio su teléfono. Continuamos cada uno nuestro camino.

En Paseo San Juan a la altura de Plaza Tetuán un Mercedes y dos motos discuten acaloradamente por algún incidente de tráfico. Colapsan el tráfico. Se increpan y se insultan. El del Mercedes saca una cámara de fotos y empieza a disparar. La gente pita, les grita cuando pasan por su lado...llegamos todos tarde a trabajar y es viernes. Estamos cansados de la vida....

Llego al despacho y saco del bolsillo de mi chaqueta el trozo de papel con el teléfono de mi contrario. Debo reconocer que es mucho mejor nuestro incidente que el de los otros. No puedo hacer otra cosa más que enviarle un sms. 'Gracias por tu amabilidad. Lo destacable de hoy no ha sido que invadieras mi carril, sino que te pararas, fueras amable y me ofrecieras tu número de teléfono. Que tengas un buen día'.

La amabilidad, la educación, el respeto y las buenas maneras, marcan la diferencia entre las personas y los animales.

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