martes, 19 de enero de 2010

A ninguna parte

Quizás sea esa la respuesta a la pregunta que formulan tus ojos mientras me voy. Quizás sea ese el deseo que esconde mi bolsa de fin de semana. Quizás no sea el destino que otro escogería...pero seguro que es la opción que hoy escojo.


Planeo mi escapada como una huída temporal de mi vida. Las cosas seguirán igual a mi vuelta, no lo dudo. Dicen que igual empeoran, yo lo dudo. Se que huir no es solución de nada, pero puede ser hunguento del alma en horas bajas. Quizás me estoy justificando hasta la médula de esta locura que es un acto desesperado. Quizás tanta justificación sea el argumento de que no debería hacerlo. Pero si cierro los ojos y pienso qué me apetece hacer este fin de semana, teniendo en cuenta las circunstancias reales del mismo, te diré una y mil veces que quiero meterme en mi propia maleta, embarcarme en un tren que me transporte unas horas más lejos de mi casa, para en ese viaje en el tiempo poder encontrarme a mí a 200 km/h con todos los pliegues que mis pensamientos conllevan. Que en este acto quizás irracional sólo busco encontrar un placer personal que me devuelva la fuerza que ahora mismo siento arrebatada. Que la fuerza no me la dará el viaje, sino yo misma en el camino. Espero encontrarte a ti al llegar a destino, cuando el tren anuncie su final de trayecto, para poder charlar de todo y de nada, que me hagas reir como hiciste hace ya tanto tiempo, que me dejes meditando sobre frases surrealistas que dices serio pero suenan a chiste. Quiero hacer el trayecto de vuelta ratificada en mí y con la fuerza que da el saberse querido. Volver con fuerza para quererme un poco más de lo que me quiero. Dejar parte de mi odio en ese camino y poner un poco de buen rollo en mi amargura. Quiero una inyección de autoestima, quiero poder sincerarme conmigo misma sin censurarme ni criticarme ni vapulearme.


Haré lo que tenga que hacer a mi vuelta, porque mientras escapo nadie hará mi trabajo. Todo estará igual cuando vuelva y así debe ser, sólo confío que yo haya cambiado aunque sólo sea un poquito, para arremangarme y empezar a sacar la faena.

3 comentarios:

Espinosa Federico dijo...

Toda huida es una forma de buscar renacer o tal vez encontrar un poco de aire al ahorcamiento de la rutina.
Saludos

Espinosa Federico dijo...

Toda huida es una forma de buscar renacer o tal vez encontrar un poco de aire al ahorcamiento de la rutina.
Saludos

Neo dijo...

=)
cuando encuentres un momento de descanso, prueba a respirar profundo, pero de este modo: espira poco a poco...lo más suave que puedas, hasta que ya no haya más aire en tus pulmones;
entonces, inspirarás automática y profundamente, sin esfuerzo.
La vida puede ser algo así, jaja
1 bso!