viernes, 7 de noviembre de 2008

Euforia


Hasta hoy no he encontrado el momento para escribir. La euforia que se veía en los americanos por el triunfo de Obama no era nada comparada con la que se veía en mi cara el día 4. Me sentía como un niño en el día de reyes. Fui la prota ese día en todo momento y sentí el calor de la gente. Debo decir que otros cumpleaños no han sido tan especiales para mí, pero éste, como ya expliqué, lo era, y mucho.

El día empezó con regalitos y cariñitos. Ambas cosas siempre bien recibidas en mi casa. Llamadas, mails, sms, la mesa llena de globos....y una cena familiar para poder explayarme con un discurso totalmente improvisado (mentira, lo preparé bien a conciencia). Una cena donde no hubo ni un sólo momento de tensión, ni una mala cara...pero sí que hubo lagrimillas, que yo cuando quiero puedo tocar la fibra y mi mami es muy sensible :). Las tapitas se comieron bien y eso es de agradecer, dado lo mala cocinera que me considero. El plato principal también, incluido un tupper que se llevó mi sister (eso significaba que le gustó, verdad?). Me hicieron fotos robadas (posé como una diva en la noche de los oscar) y a traición. Y me sentí tan tan tan feliz, que pensaba que el corazón me iba a reventar de tanto palpitar (qué burra soy a veces).

El primero en llegar a casa (quitando los que viven conmigo), fue un precioso y enorme ramo de rosas rojas.



Luego los invitados, mi familia. Y para finalizar la velada, que al día siguiente había cole y tenemos cinco churumbeles menores y ya eran tocadas las 11 de la noche, me hicieron cerrar los ojos (previamente ya había abierto algunos regalillos). Se oía arrastrar por el suelo algo. No sé porque imaginaba que sería un oso de peluche enorme. Cuando abrí los ojos me encontré con una caja enorme de una peazo maravillosa tele, pantalla plana, obviamente, de 32'. Mola mazo, la tele y mi careto de sorpresa positiva. De ese careto no tengo foto, de la tele, ahí está...



Al día siguiente estaba exhausta, resacosa de tanta adrenalina que corrió por mis venas el día anterior. A veces, la vida, puede ser una verdadera maravilla. Y esas veces, hay que estar ahí aprovechándola. Porque quizás, al día siguiente, algo puede volverte a la cruda realidad y hacerte ver la cara más dura, la que todos tememos encontrarnos...y que si lo hacemos, si la encontramos, deseamos al menos, no hacerlo solos.

Por mis 40 y por todas las mujeres capaces de seguir adelante cueste lo que cueste! Chin chin!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

chin chin
por las mujeres corajudas como tu
las que se atreven a romper cadenas
las que llegan lindas a los 40
las que sueñan y creen en sus sueños

por ti niña linda
miles de besos

3'14 dijo...

Chin Chin!
Espero que tu euforia sea contagiosa, la necesito YA. No puedo esperar a los 40. Aunque mucho tampoco me falta.

Me alegro mucho por ti que fuera un cumpleaños tan especial. De nuevo te deseo felicidad por muchos años.

Besos!

3'14 dijo...

Estás tagueada. Cuando pases por mi blog lo entenderás.