Te llamo una y otra vez, pero no contestas. Ignoro si simplemente es que no quieres saber nada de mí o bien que sigues en tu línea de 'ausente' de por vida. Y la rabia me invade, como tantas veces antes, y vuelvo a sentir aquello que me llevó a donde estoy ahora. Nunca estás cuando te necesito. Es más, sencillamente, NUNCA ESTÁS.
miércoles, 4 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Este tipo de ausencias son difíciles de llevar, llamadas y mensajes sin respuesta, y vacíos, simples y dañinos vacíos... Espero que pronto ESTÉ.
Aimimadre, ahora me he perdido y no se de quién hablamos... Guan pist, plis!
Publicar un comentario